Se cumple un año -equivale a cinco años de Internet- desde que Marvel tuvo la idea de abrir un ratito la puerta del gallinero al zorro y sentarse a ver qué pasaba. Manara presentaba una portada de Spider-Woman en la que Jessica Drew se contorsionaba en una azotea ataviada únicamente con un bodypainting revelador y unas espinas sobaqueras en la peor tradición del traje de gala de Namor.
Ésta es la que se recuerda pero hay algunas más… euh… sugerentes.
Entre las muchas reacciones que suscitó la portada, finalmente retirada tras la rutinaria polémica en Internet, estaba la de aquellos que se preguntaban si no era precisamente eso lo que buscaba la editorial al encargar un trabajo como ése a un autor como Manara. Ya habían tanteado el terreno con ‘X-Men: especies en peligro’ y parece claro que lo que querían era monopolizar un rato la atención de su público potencial.
DC ha tardado más de una docena de meses en devolverle la jugada a su directo competidor. Desde hace un par de días es el Superman anatómicamente completo de Frank Miller para su ‘Dark Knight III presents: The Atom’ el que centra toda discusión sobre cómic americano.
Una vez que lo veas no podrás dejar de mirar ahí.
Y de nuevo se repite el patrón, logrando incluso convertirse en trending topic, esa copa del meao de la fama efímera de estos tiempos. Algunas de las críticas han sido realmente crueles, haciendo responsable a su evidente mal estado de salud, o a una hipotética enfermedad mental.
A Miller no han tardado en salirle defensores.
I wrote and warned against the vitriol against Frank Miller here! Bottom line – Knock it off!! https://t.co/pRhnX3bgf8
— robertliefeld (@robertliefeld) octubre 6, 2015
You choices in regard to Frank Miller. You can A: Buy it. B: Not buy it. There are no other choices. There’s no «C: Draw like you used to»
— Erik Larsen (@ErikJLarsen) octubre 6, 2015
I’m glad to see Frank Miller’s take on the DC characters in their own world. I’d love to see it for other creators.
— Kurt Busiek (@KurtBusiek) octubre 6, 2015
Aunque, sin duda, mi argumentación favorita es la de David Rubín:
A propósito de FRANK MILLER y de los subnormales e hijos de puta: https://t.co/FCfkSfTkcC
— davidrubin (@davidrubin) octubre 6, 2015
El Tweet es vehemente, sí, pero el enlace en realidad lleva a una completa reflexión que se guía por un exhaustivo repaso a la carrera de Miller. Y es en ese momento cuando hay que girar el cuello y echar un vistazo a la estantería: ‘Daredevil’ (solo, con Mazzuchelli, con Sienkiewicz, con Romita Jr.), ‘Ronin’, ‘Batman: The Dark Kinght’, ‘Sin City’,’300’… Toda una evolución del género negro al punk que sólo cobra sentido cuando se mira con la perspectiva de los años, como ha hecho Canino con este repaso a sus portadas. Lo siento por los fan-boys inamovibles, pero hace tiempo que sus obras se parecen más a ‘Pudridero‘ que a ‘Los Campeones’.
Tal vez el problema -que no lo es tal- es esperar que Miller sea dócil y repita sus esquemas de éxito, para ofrecer una vez más el rancho estándar que unas editoriales hastiadas lanzan al ganado una vez al mes. Estamos seguros de que no será así. Puede que Miller esté viejo, o que no pase por su mejor momento, pero parece más probable que se lo esté pasando en grande con todo este absurdo al saber que, una vez más, no vas a poder evitar echarle un ojo a su nuevo material.
Te guste o no.
La montaña de tebeos 
Es una defensa un poco floja del autor. Nadie pide docilidad de Miller. Es poco absurdo pintarle como un autor que no pertenece a lo mainstream: pocas cosas hay más típicas los superhéroes que algo de Frank Miller. El problema, que no veo en el post, viene de un dibujo grotesco, casi infantil. Eso es lo que se ha criticado. Un dibujo feísimo. Eso es todo.
Que en su momento fuera un gran guionista nadie lo duda. Pero jamás fue un dibujante ni regular. Siempre dibujó tirando a mal. Lo suyo era el guión. Con el paso de los años ha perdido facultades y las críticas las recibe con insultos. Es un personaje insoportable en lo personal, que cree que por haber sido decisivo en los 80 tiene derecho a despreciar a todo el mundo que no le ría la gracia en todo lo que haga, sea bueno o malo. Ese el problema.
Cada nueva cosa suya que no es precisamente brillante es aprovechada por todos los insultados. Es lamentable que se metan con su enfermedad, pero no puede hablarse seriamente del tema sin mencionar todo esto.